Cómo se gestó la postulación de Gisela Scaglia a diputada nacional y el acuerdo que permitió que se sostenga la cohesión de Unidos. Una jugada que Pullaro craneó hace casi un mes y manejó con sigilo. Qué implica para el PRO santafesino y cómo se enteró Mauricio Macri
13.08.2025 21:18 | La decisión de que la vicegobernadora Gisela Scaglia encabece la lista de diputados nacionales del oficialismo santafesino mueve el tablero político-institucional de la provincia.
La primera repercusión es obvia: implica renunciar al segundo lugar en la línea de sucesión provincial para pasar a ocupar una de las 257 bancas de la Cámara de Diputados de la Nación a partir del 10 de diciembre.
A simple vista el cambio puede parecer poco beneficioso para la vice, aunque conviene mirarlo a la luz de la misión que conlleva. Porque Scaglia no va a ser una diputada más del PRO, sino la voz en el Congreso de Pullaro y del proyecto político que creó con otros cuatro gobernadores.
En medio de la diáspora, Scaglia pone al PRO santafesino a distancia de las fauces libertarias y al amparo de los gobernadores. Su ascendente protagonismo como dirigente va a contramano de lo que ocurre con el resto del macrismo, que ni siquiera en Ciudad de Buenos Aires tendrá un nombre propio encabezando lista. Las únicas excepciones podrían ser Chubut y Entre Ríos, ambas con gobernadores del PRO.
Otro tiempo, otra misión
Scaglia fue dos veces diputada nacional por el PRO, pero esta vez será distinta. “Voy a representar otra cosa”, avisa.
–¿Cómo se imagina en una situación en la que el PRO quiera votar con el gobierno de MIlei y el bloque de los gobernadores, del que es parte Pullaro, mande a votar en contra? –Me imagino más santafesina que nunca.
La respuesta tiene diversas connotaciones. Marca su lealtad al proyecto de Unidos y a la estrategia de alianzas que el gobernador Pullaro desarrolla con otros mandatarios a nivel nacional. Es decir, el PRO santafesino no solo no será parte de LLA sino que se alinea con un bloque de poder que en su carta fundacional se presentó como alternativa electoral a la Casa Rosada. Capaz de reconocer la baja de la inflación, el intento de ordenar la macroeconomía y el equilibrio fiscal, pero que reclama sensibilidad social y exige recursos e infraestructura para el interior.
El papel de Scaglia
Si bien el articulador de ese bloque federal en el Congreso sería el cordobés Schiaretti por peso específico y trayectoria, es de imaginar que Pullaro le pide a su vicegobernadora que se mude al Congreso porque la necesita para un rol relevante, para que sea su voz y sus oídos.
Hay que poner en perspectiva qué es Provincias Unidas, porque además de conformar un nutrido bloque parlamentario para defender los intereses de las provincias en el Congreso como respuesta al destrato del gobierno nacional, el objetivo de fondo está en la acumulación política para desarrollar una alternativa presidencial que en 2027 pueda disputar el balotaje.
Como parte de esa estrategia nacional, la decisión de poner a competir a la vicegobernadora cuando la LLA parte como favorita, se inscribe en la misma lógica de plesbicitar la gestión y el rumbo de Unidos como en la elección de convencionales constituyentes.
En ese caso Pullaro en persona encabezó esa lista y ahora Scaglia hará lo propio con la lista de diputados nacionales.La prioridad de la Casa Gris y Unidos no es necesariamente ganar la elección por las nueve bancas que se renuevan en el Congreso, sino evitar otro 2017. Aquel año, el gobernante Frente Progresista fue presa fácil de la grieta entre Macri y el kirchnerismo. Apenas consiguió una banca, contra cinco que se llevó Cambiemos con un candidato desconocido y tres el peronismo.
La génesis de la batalla contra LLA
El mediodía del 16 de julio Maximiliano Pullaro ya tenía tomada la decisión de que Gisela Scaglia fuese la primera candidata a diputada nacional. “La lista la va a encabezar una de las personas más cercanas al gobernador”, dijo ese día. Un mensaje cifrado que equivocadamente sus interlocutores interpretaron como la confirmación de que al tope de la boleta habría un pullarista del núcleo duro.Los dos operadores políticos principales de la Casa Gris fueron los encargados de preparar el terreno y medir la reacción de la vicegobernadora. “Un día la llamó (el ministro de Gobierno Fabián) Bastia y otro día le hizo un comentario sobre el tema (el presidente de la UCR y senador Felipe) Michlig. Evidentemente estaban midiendo cómo tomaría el ofrecimiento”, atan cabos en el entorno de la vice.
Finalmente, el lunes pasado Pullaro invitó a Scaglia a almorzar y ahí le pidió que sea candidata. A la salida, la vice convocó a los más cercanos, entre ellos el secretario de Cooperación, Cristian Cunha. Luego habló con el consejo ejecutivo del partido e intendentes del PRO. También puso al tanto a María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Quizás el dato más impactante sea que Mauricio Macri no fue parte de la movida. Se enteró por la propia Scaglia, que lo llamó para informarle lo que ya estaba decidido.
Turno noche
A la hora de la cena, Pullaro reunió en Gobernación a los principales dirigentes del PRO, la UCR y el socialismo e informó la propuesta. Los socialistas fueron los más sorprendidos. Se daba por hecho que si no había un radical en el primer lugar iba a estar en el segundo, por lo cual al partido de la rosa le tocaría el tercer lugar, lo que ponía en entredicho la posibilidad de renovar la banca que hasta diciembre ocupa Mónica Fein, una de las dos que tiene en el Congreso.
Martes y miércoles el socialismo fue un hervidero. Se analizaron las implicancias de competir por afuera. La propia Scaglia aportó certezas en una charla con la cúpula del PS. Les dijo que no era la candidata de un partido o de sus ideas personales, sino del espacio que gobierna Santa Fe y en el que radicales, PRO y socialistas conviven hace tiempo.
El sector que se referencia en el exgobernador Antonio Bonfatti plantó bandera. “Nosotros estamos adentro”, se posicionaron. “Si en todo el país vamos en alianzas, acá que somos gobierno no podemos ir por afuera… No tenía razón de ser”, dice una fuente del sector. Con esa definición, el margen para tensionar se redujo.De todos modos, quedaba por resolver un punto delicado, que incomodaba a todos por igual. “Unidos funciona en un equilibrio que maneja el radicalismo, y si encabeza el PRO queda desequilibrado. ¿Cómo se reelabora ese equilibrio?”, plantearon.
Pullaro saldó el pleito relegando su partido al tercer lugar. Al principio hubo resistencias en la UCR pero los convenció: “Lo importante es consolidar a Unidos, cerrar bien la Convención Constituyente y construir una alternativa nacional a futuro”. Hay que tener en cuenta que el propio gobernador se pondrá al hombro la campaña, por lo que identidad radical a la propuesta no le va a faltar.
Todavía faltaba el capítulo del nombre propio que llevaría el socialismo. La conducción partidaria propuso que sea el ministro de Ambiente, Enrique Estévez, pero éste rechazó la candidatura por problemas personales.
Según fuentes de la Casa Gris, Pullaro no estaba convencido, y de hecho nunca lo llamó para ofrecerle la candidatura, lo cual hubiera puesto al ministro en un dilema. Estévez va a seguir al frente de la cartera ambiental.
El gobernador descansa en su honestidad como principal activo para manejar esa área, que es muy delicada porque por ahí pasan todos los loteos de la provincia, entre otras cosas.
Finalmente la propuesta de que sea el experimentado Pablo Farías, ex presidente de la Cámara de Diputados y exministro de Gobierno, resolvió el entuerto. A esa hora, con los principales lugares de la alianza acordados diez días antes del cierre, a Unidos sólo le quedaba celebrar la unidad, y a los socialistas y el PRO en particular agradecer la generosidad política de Pullaro.