Se aprobó una declaración cuya copia se enviará al Congreso, a las Legislaturas provinciales, los concejos municipales y las comisiones comunales. Elogios de senadores radicales y peronistas sobre la figura del presidente que inició el actual período democrático.
01.11.2024 10:19 | Por momentos el senador provincial con más poder alzó la voz y estuvo cerca de caer en lo que se proponía condenar, pero supo frenar a tiempo. Felipe Michlig es radical alfonsinista según sus propias expresiones y buscaba las palabras más apropiadas para referirse a los agravios del presidente Javier Milei sobre la figura de Raúl Alfonsín, al que acusó de "golpista" respecto del gobierno del también radical Fernando de la Rúa.
El representante por San Cristóbal llevó al recinto un texto que primero fue el comunicado que había preparado como presidente del Comité Provincial de la UCR y luego impulsó en la Cámara alta que, de inmediato, recibió las firmas de pares del justicialismo y que finalmente rubricaron todos los presentes que, además de la unanimidad, brindaron sus elogios a la figura del que "consideramos el padre de la democracia".
Lo usual es que los proyectos de un bloque sean presentados por su presidente, pero en este caso fue Michlig quien habló, por varias razones que aquí se intentarán exponer. El titular de la bancada Rodrigo Borla (UCR-San Justo) no tuvo inconvenientes en ceder ese lugar al presidente provisional de la Cámara que es en rigor quien lidera al radicalismo en el recinto.
"Verborrágico", "irrespetuoso", "incontinente de cualquier barbaridad", fueron los adjetivos calificativos que encontró prudentemente Michlig para hablar de quien había ofendido la memoria de Alfonsín. Confesó que los dichos del titular del Poder Ejecutivo de la Nación le dolieron doblemente porque fueron lanzados ante un auditorio "que lo aplaudió" en una fecha que para los radicales tiene connotaciones especiales: fue este 30 de octubre, al cumplirse 42 años del triunfo electoral que hizo presidente al dirigente de Chascomús.
Al repaso conocido sobre los hitos de Alfonsín, desde el histórico juicio a las juntas militares por violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad hasta los acuerdos políticos con su vencedor Carlos Menem para reformar la Constitución, pasando por la reparación de las relaciones internacionales con países hermanos como Chile y el inicio del Mercosur, Michlig agregó otras facetas poco recordadas del líder radical.
Recordó al Alfonsín que como simple abogado firmaba, a costilla de poner en riesgo su vida, solicitudes de habeas corpus para saber de la suerte corrida por detenidos-desaparecidos durante la dictadura militar, o de su rol clave en la Multipartidaria que antes de Malvinas y cuando nadie hablaba de derechos ciudadanos bregaba por el retorno del poder al pueblo.
Un acto partidario demorado:
También Michlig comentó anécdotas que solo los dirigentes políticos comparten cuando están sumamente cómodos en una entrevista periodística o sienten un compromiso especial con el diario de sesiones. Poco les importa que se los escuche o no. Quieren contarlo porque saben que en el fondo, con los años, habrá una lectura más distante e histórica: ese halo hoy cubre a la figura de Alfonsín y de ella habló el influyente senador del norte.
Recordó que cuando le tocó reasumir en 2006 el cargo de presidente del radicalismo santafesino (había sido ya electo en 2004), "tuve el honor de que Alfonsín venga a la ciudad de Santa Fe a participar de este acto" y como todo acto radical "comenzó tarde" al decir de la vicegobernadora Gilesa Scaglia que hizo esa acotación al margen entre risas del senador.
Pero esta vez los causantes de la impuntualidad (Pullaro parece que viene dispuesto a eliminarla) no fueron los seguidores de Alem e Irigoyen sino un indiscutible peronista: el gobernador Jorge Obeid.Hace 18 años, el por entonces mandatario provincial le pidió a los radicales poder recibir antes del acto partidario a Alfonsín con todos los honores del caso, alfombra roja tendida y todo, en la Casa Gris.
Y eso ocurrió con una visita al despacho de Obeid de la que también fue parte Michlig, que pudo apreciar el respeto y trato cálido que le brindó el dos veces gobernador al ex presidente. El cuadro de convivencia democrática de esas escenas, relatadas desde la banca de Michlig, fueron la contracara exacta del clima que hoy ha provocado el presidente Javier Milei con expresiones que hasta a los "radicales colaboracionistas" con el oficialismo nacional debieron rechazar.
En la sesión, las manifestaciones posteriores del peronismo, en boca de Armando Traferri (PJ-San Lorenzo), completaron la certeza de que en Santa Fe existe un marco de debate distinto del que separa aguas y crea una nueva grieta a nivel nacional. "Sigo orgulloso del presidente Alfonsín", dijo el justicialista al recordar que era de los peronistas que esperaban que a su gobierno nacional de 1983 "le fuera bien" y que, pese a tantas críticas en medio de la entrega anticipada del poder en 1989, "el paso del tiempo me dio la razón", Alfonsín "siempre priorizó el bien común sobre los intereses particulares".
Y remató: "ya no les pertenece solo a los radicales, es de todos los argentinos". Y finalmente deslizó con algo más de actualidad: "siempre estaremos del lado de los que piensan que se puede hacer política escuchando a la oposición y cediendo posiciones".