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El nuevo escenario postpandemia

 En torno a una previsible extensión de la cuarentena por coronavirus, analizamos el escenario actual, nos anticipamos a cómo será el retorno de la actividad en el contexto de una nueva normalidad.
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Por Fernando Garabato y Claudio Doller para Àmbito | 

El Cronista

El nuevo escenario postpandemia
10.06.2020 09:24 |  A la espera de una nueva definición del Gobierno Nacional en torno a una previsible extensión de la cuarentena, analizamos el escenario actual, nos anticipamos a cómo será el retorno de la actividad en el contexto de una nueva normalidad y repasamos aspectos que creemos que la cuarentena por coronavirus cambió para nunca más volver a ser del modo que eran antes.

Más allá de cuestiones que escapan a nuestro análisis y que pueden llegar a tener que ver con debates vinculados al lugar que debe ocupar el Estado o la salud pública, si hay algo que vemos que la pandemia nos está dejando como saldo -en todas las esferas, pero fundamentalmente en la de los negocios y las empresas que es la que nos compete- es la necesidad de innovación.

Si antes pensábamos a la innovación como un horizonte a futuro o como una palabra que sonaba bien en redes sociales, hoy es una realidad y una necesidad que se traduce en la capacidad que debemos tener para generar cambios y adaptarnos a ellos; la resiliencia para afrontar dificultades y cambios en la participación del mercado. En este sentido, habrá players que tomarán parte de un mercado que hoy pertenece a otros que se le hará más difícil esa transición al nuevo mundo.

Pero la innovación no es solo un must para las empresas. Si la AFIP quiere tomar medidas para ayudar a las empresas, más que bajar los impuestos lo que debe hacer es modernizarse y fomentar el nivel de actividad. Se observa que existe cierta incapacidad en pagar las obligaciones tributarias, no porque no se quiera, sino porque las empresas no mantienen el nivel de actividad que les permitan generar un flujo de fondos que les permitan cumplir con cuestiones fiscales. Impuestos que deterioren el nivel de actividad, continuarán afectando la situación de mediano y largo plazo y terminarán siendo un perjuicio para toda la economía. En el caso de las PYMES, principalmente se deben implementar medidas que mantengan la capacidad productiva y la sostenibilidad de sus recursos humanos: contribuciones patronales y pago de salarios para mantener funcionando la matriz de producción.

Otro aspecto que muestra la crisis es la intolerancia a la ineficiencia. Van a sobrar m2 de oficinas y locales comerciales. En este sentido, la productividad va a ser clave: el paradigma en torno al uso de los espacios es algo que también va a cambiar.

Si bien no es posible adivinar el futuro y la mejor forma de salir de esta situación, a nivel social, es librando la batalla del día a día, sí estamos en condiciones de adelantar que la apertura de la actividad va a ser sobre nuevas reglas y formas. Principalmente habrá que cambiar el esquema mental: las cosas no serán ya de la misma manera y no habrá punto de retorno al mundo tal como lo conocíamos antes. En muchos casos será un volver a empezar sobre nuevas variables, intereses y posibilidades.

En un futuro post pandemia, el primer aspecto a tener en cuenta será el cuidado de la salud de los trabajadores como la de aquellos que interactúen en otros puntos de la empresa. Para ello se deberá trabajar no solo en protocolos sanitarios, sino también sobre cuestiones culturales.

La apertura requiere considerar los miedos y resistencias. Para eso será importante contar con especialistas en Gestión del Cambio que puedan trabajar sobre aspectos menos visibles para hacer una transición de retorno ordenada, así como también para que las nuevas normas y protocolos sean adoptados por el personal con mayor naturalidad.

Independientemente de cómo los gobiernos decidan aliviar sus restricciones, las empresas deben planificar un enfoque ordenado y reflexivo para volver al trabajo.

Hay tres pasos cruciales para lograr esto:


  • Crear un plan de regreso al trabajo
  • Trabajar a través de las etapas de operaciones parciales y completas
  • Aumentar la capacidad de recuperación a través del monitoreo de un posible resurgimiento del virus
Al hacer esto de manera cuidadosa y metódica, las empresas pueden comenzar el proceso de restauración de operaciones al tiempo que se aseguran de que no den un paso adelante y dos atrás al regresar al trabajo.

Para crear el plan de regreso al trabajo, esencial hacerse las siguientes preguntas:

  • ¿Podemos hacerlo? ¿Se han relajado o eliminado las restricciones de distanciamiento laboral y social para un Estado y / o ciudad donde la Compañía tiene una oficina? ¿El propietario y / o administrador del edificio permitirán volver a ocupar la oficina? ¿Habrá infraestructuras de apoyo disponibles (alimentos, limpieza / higiene, etc.)?
  • ¿Deberíamos hacerlo? ¿Es seguro para los socios y empleados viajar al trabajo? ¿Se requiere equipo de protección personal para volver a ingresar al lugar de trabajo?
  • ¿Cómo lo haremos? ¿Quién, dentro de la Compañía, tiene la autoridad para abrir una oficina parcial o totalmente? ¿Consideró cuestiones legales y de responsabilidad, así como excepciones de cuidado de niños para continuar trabajando desde casa?
Para las unidades de negocios individuales, será necesario crear listas de verificación de unidades de negocios y funciones de soporte para ayudar a garantizar que se completen los pasos adecuados antes de que el personal regrese al sitio de trabajo.

La etapa final del plan de regreso al trabajo es monitorear y prepararse. Aquí corresponde a las compañías continuar monitoreando cualquier resurgimiento del virus, identificar cambios a las restricciones del gobierno y la orientación de la agencia, y preparar mejor a la compañía para ser más resistente ante futuras interrupciones. Esta es también la etapa en la que las empresas deben hacer una ‘revisión’ para evaluar si los controles se relajaron durante el período de trabajo desde el hogar.

En la esfera estrictamente del negocio, se necesitará una nueva estrategia corporativa que requerirá de un análisis claro y preciso de la situación particular de cada caso. El análisis de los daños, las debilidades y fortalezas subyacentes, arrojarán datos que, dependiendo del grado de afectación, podrán llegar a implicar cambios sustanciales de la actividad.

A medida que las empresas continúan navegando por estas aguas desconocidas, es esencial comprender que los negocios pueden cambiar fundamentalmente cuando salgamos de esto. Un regreso a ‘lo de siempre’ también puede ser un retorno a una nueva normalidad en la que reevaluamos cómo trabajamos, dónde trabajamos, cómo interactuamos con los clientes y dónde se fabrican nuestros productos. Se reevaluarán las cadenas de suministro y los riesgos de concentración, y los ejecutivos comenzarán a evaluar la contratación externa y el uso de ubicaciones de bajo costo con más lentes de riesgo y no simplemente un lente de reducción de costos.

Como cada choque sistémico a la economía, surgirán ganadores y perdedores. En la mayoría de los casos, las empresas que surgieron tenían fuertes programas de gestión de riesgos y líderes decisivos que ejecutaban planes de recuperación claramente definidos.

Es por eso por lo que ahora es el momento para que las compañías comiencen a trabajar en los pasos de regreso al trabajo.
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